miércoles, noviembre 22, 2006




Cecilia

La fe enseña la virginidad como un misterio, superior al del dolor, más definitiva que el sufrimiento. En el Martirologio, el título de Vírgen precede al de mártir: Se es vírgen y mártir, y no mártir y vírgen.


No sé si se concibe que fueron vírgenes llevadas al martirio por ser vírgenes; o si se quiere decir que desde la íntima y sensible virginidad pudieron llegar a la fortaleza clamorosa del martirio. O quizá se intente demostrar la inclusión sin exclusión de ambas dinámicas de virtud. Santa Cecilia es una de esas Vírgenes Mártires.

Cecilia, vulnerable como lirio/fuerte como muralla, es de las "grandes", de las nombradas en el Cánon Romano. La paradoja de la debilidad cristiana exaltada ad Gloriam.

La tradición que narra su martirio es verídica en el sumario y más legendaria en los detalles. De noble casa, prometida en esponsales por sus mayores, se resiste al tálamo porque ya se consagró a su Cristo. Después el tribunal, el interrogatorio, la confesión, la conmoción del pueblo, el martirio y la sangre...

El las Catacumbas de San Calixto se conserva el nicho dónde reposó su cuerpo. Stéfano Maderno, hacia el 1600, esculpió en mármol el cuerpo de la Vírgen Mártir tal como se halló en su nicho de San Callisto: Vestida con simple túnica, la cabeza recogida en un pañolón, con el rostro vuelto y el cuello tajado; las manos, cruzadas, proclaman con los dedos extendidos la Fe en la Trinidad: Un Dios-Tres Personas.

La imágen del Maderno (bajo el altar-baldaquino de la Basílica dedicada a la Santa, en el Trastévere romano; existe otra réplica en las Catacumbas de San Callisto), tan patética, es un canto en formas materiales de lo espiritual que se escapa, que trasciende...como una fuga de órgano.

Por tradición y leyenda, es la Santa de la música. Y está bien que la música tenga por patrona a una Vírgen Mártir. Y es milagro de Stª Cecilia que nadie le discuta el patronazgo en el Occidente increyente y en pugna con sus raíces Cristianas. La música, la mejor música, la de los máximos y los mínimos compositores, sigue siendo "ceciliana", y está bajo el patrocinio de una Vírgen Mártir.

Cuando Occidente creía, también componía músicas inmortales, quizá por extensión de la eternidad, quizá por gracia comunicada a la virtud...