martes, noviembre 21, 2006


Presentación


La vieron llegar al Templo, entre Joaquín y Ana, sus padres, los bendecidos. Al entrar por los pórticos sagrados, un espíritu de profecía sobrevoló los atrios de la Casa de Dios; y los sacerdotes consagrados presintieron, y los levitas cantaron, y las almas santas oraron…


Porque a la Gloria del Todosanto se consagraba aquella todavírgen, todainocente, todasencilla, todalimpia, todaintacta, todabella, todahumilde, todapura, todaniña…

Una Niña para Dios; la esperanza que a Eva se le profetizó, a los Patriarcas se les prometió, a David se le juró. Tantas veces por tantas voces profetizada.

Miradla pisando, prudencia y candor, la escala del Templo. Mirad cómo la miran los venerables. Mirad cómo la admiran las Jerarquías.

Miradla y vendrá la luz a vuestras miradas, la limpieza al corazón, a los ojos Dios.

Concebida en gracia, sin pecado desde su principio, hoy se ofrecía para Dios.

Es su Presentación.